Como siempre. Decepción tras decepción. Te has vuelto un experto en hacer que las cosas parezcan perfectas para joderlas a los dos minutos.
Construyamos algo para derribarlo después. Pero lo derribas tú sólo y me arrastras a mi también con las ruinas. Se supone que debemos construir para avanzar y crecer, piso a piso, uno detrás de otro, para crear un rascacielos juntos, pero quieres vivir en la montaña sin nadie por encima tuyo, teniendo a todos por debajo.
Y yo ya estoy hundida en el fango, revolcándome por él.
Hoy iba a ser un gran día sí, otro más para la colección. Para la colección de grandes fracasos digo.
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