Te lo juro que hay días que pienso que no puedo vivir sin ti.
Y lo hago aunque cueste.
Pero pasarme la noche llorando... No, eso no me lo quita nadie.
Aún sigues aquí, lo noto a cada paso, lo noto porque puedo dar cuatro zancadas y de lo que me pesa el corazón no me avanza ni un metro.
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