Se acerca el momento y ella lo sabe. Tanto le reprochó a su amiga la tardanza y ahora era ella la que no quería llegar. No pasa nada,se repetía a sí misma. Tienes que estar tranquila,todo sale,todo llega.
Era inminente y sabía que en el mismo momento en que ocurriese todo cambiaría. Para bien. Para mal. En ese preciso instante nada sería igual. Se dejaría llevar a un lugar oscuro para no volver. No sería la misma,algo de su inocencia cambiaría,algo de su corazón cambiaría. Y a ella nunca le gustaron los cambios,ni las transiciones. Las cosas le gustaban o no le gustaban,era así de simple.
Pero a veces las cosas son complicadas y ni uno las entiende. Hay momentos que no quieres hacer algo y ni siquiera sabes la razón,en cambio hay otros en los que te va la vida en ello y tienes tantos motivos que pareces William Wallace.
Una vez salte una valla con una amiga para entrar en una piscina...¿La razón? Puede que fuese la borrachera que llevábamos encima,pero lo cierto es que tan solo bastó un segundo para que me apeteciese hacerlo en ese instante. De todas formas...
Se acerca el momento y yo lo sé.
