martes, 18 de septiembre de 2012

eLe

Desde los 4 años hay un pedacito de mi que tiene piernas y brazos, camina por sí sólo y tiene sus propias ideas. Desde entonces, lo máximo que habíamos estado separadas habían sido los meses de verano, y desde hace tiempo ni eso. Ahora mismo sé que está a cientos de kilómetros y no lo siento una realidad, ahora mismo ya no está a 45 minutos de mi casa y no me lo creo.
Podría haber sido egoísta y haberle pedido que no se marchara, que un año aquí sin ella se me hace un siglo y que no poder coger el teléfono para comentarle los últimos cotilleos que he descubierto en el facebook de no sé quién se me hará un suplicio. Podría haberlo hecho pero sé que siempre ha querido irse, que en ciertos aspectos necesitaba irse y que si no lo hacía se iba a arrepentir toda su vida. Me parece una valiente (y ya no sólo porque desafíe constantemente a su mala suerte, que también) porque es capaz de marcharse y enfrentarse a nuevos retos sola y empezando de cero. Yo nunca me he visto capaz de pasar un año lejos de mi familia ni de mis amigos, siempre he sentido que si me largara fuera me perdería demasiadas cosas así que prefiero una realidad conocida a un mundo que jamás conoceré. Pero ella se atreve a explorarlo y la admiro por ello.
Podría enseñarle mil fotos y sabría a qué días exactos corresponden. Podría decir mil palabras absurdas y ella entendería el significado que tienen detrás. Podría señalar mil ciudades en el mapa y ella siempre las ha recorrido conmigo. Podría salir mil noches (más) con ella y no me aburriría. Podría decirle mil veces que la echo de menos y nunca serían suficientes... Dicen que no eliges a tu familia, que eliges a tus amigos pero, ¿y cuándo tus amigos se convierten en tu familia?
Podría. Y cuando vuelvas, PODREMOS.
La foto sé que sabrás de dónde es (dado que casi nos serramos 10 cm. de pierna para poder entrar pagando menos... algún día cuando tengamos dinero, lo veremos por dentro).

Fusión en 3.......2.......1... ¡PLACAJE!

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Un Amante

Desde que te conocí siempre me has gustado, desde que oí cómo respondías la primera vez que te llamaron en clase. Siempre he deseado que fuéramos algo más y en cierto modo estuvimos a punto de serlo.
 Este blog lleva tu nombre aunque la firma sea mía, la razón que me llevó a empezarlo fuiste tú.
¿Cómo puede ser que una persona a la que quisiese tanto, que me decepcionase tanto, sea una parte importante de mi vida? ¿Cómo puede ser que al principio no dejase de pensar en ti, luego casi te odiara y ahora cada vez que nos vemos nos recibamos con una sonrisa? Nunca sentiste lo mismo que yo, me quieres mucho, lo sé y te lo agradezco, pero siempre me costó asimilarlo. No querías cogerme de la mano, ni quedar por las tardes, ni celebrar aniversarios, no querías venir al cine conmigo, ni que te presentara a mi familia; lo único que querías era pasártelo bien una noche y yo no lo entendí, sinceramente no quise entenderlo. Me podría haber ahorrado muchas lágrimas y malos momentos si desde un principio en vez de echarte la culpa hubiera sido más crítica conmigo misma.  Porque aunque tú no lo dejaste claro fui yo la culpable de mi propia mentira al ver cosas donde no las había, por pensar que todas tus sonrisas iban dirigidas a mi o por analizar cada palabra y cada acto insignificante para exagerarlos y sacar mis propias conclusiones. Nunca quisiste nada más conmigo y si hubiera sido más lista lo podría haber pillado a la primera.
El día que lo entendí y me centré en nuestra amistad en vez de lo que podríamos haber sido, gané una persona en mi vida que sólo me aporta buenos momentos y que me ha presentado a la persona que más feliz me hace. Me decepcionaste no lo niego, las cosas siempre pueden hacerse mejor, pero con el tiempo y diferentes perspectivas una se da cuenta que la vida sigue y que contigo en ella (aunque sólo sea como amigo) soy más feliz. No voy a quedarme con lo malo porque a pesar de que nuestra amistad no se caracteriza por grandes muestras de amor y de cariño, simples momentos de risas o de charlas sin más superan todo eso. Me encanta ser amigos porque eso y ser sólo eso es lo que mejor se nos da. Te quiero y te voy a echar muchísimo de menos
Este blog lleva tu nombre, mi firma y nuestra historia. 


sábado, 8 de septiembre de 2012

No podían, no.

Estas no podían acabar bien...

martes, 4 de septiembre de 2012

Summer memories

Ha sido un buen verano. No el mejor, pero tampoco creo que haya sido el peor. Un verano más simplemente. Mi lugar favorito del mundo mundial no defrauda y los nuevos sitios (o mejor dicho fiestas) visitados han estado a la altura a pesar de las personas que los habitaban. Los amigos nunca fallan, la familia menos y tú, bueno, se puede decir que hemos (o te he) aguantado otro verano más, que no es poco. A ella la sigo echando de menos como el primer día entre anécdota y habitación, entre las baldas vacías del frigorífico y su ropa, entre las fotos y sus abanicos. 
Y eso que ya no está, que es polvo, que no es nada... Pero para mi sigue siendo todo.
Ahora queda lo duro. Exámenes y la vuelta. No estoy preparada porque no habrá sido el mejor, pero ha sido un buen verano.