martes, 23 de octubre de 2012

Ni siquiera un poco...

Odio como me hablas y también tu aspecto.
No soporto que lleves mi coche ni que me mires así.
Aborrezco esas botas que llevas y que leas mi pensamiento.
Me repugna tanto lo que siento que hasta me salen las rimas.
Odio que me mientas y que tengas razón, odio que alegres mi corazón, pero aún más que me hagas llorar.
Odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado.
Pero sobre todo ODIO NO PODER ODIARTE porque no te odio ni siquiera un poco, nada en absoluto.


Odio escribir una entrada diciendo lo mucho que te quiero y que luego hagas algo, cagándola como siempre, y tenga que venir aquí a quejarme. Porque delante tuyo no tengo valor, delante tuyo me derrito y cuando vuelvo a casa me arrepiento.
 Y lo peor de todo es que ya estaba avisada y sabía cómo eras y lo que había.

No hay comentarios:

Publicar un comentario