Tú eras mi Leviathan,tu poder inhumano,tu belleza divina,tu influencia indescriptible y tus correcciones importantes. No hay poder comparable en la Tierra al de tu sonrisa y tus abrazos,al de tus risas y tus besos. Me hiciste la más feliz,me llevaste al Cielo y tan sólo en un mes me condenaste al Infierno. Y todo se volvió oscuro como un bosque de noche,y frío como el invierno,y el invierno me recordaba a ti... A nosotros. Así que todo se hundió en mis lágrimas como un sueño nunca ocurrido. No estaba en mi cuerpo cuando todo el mundo intentaba calmarme y animarme,estaba en la misma habitación pero podía verme desde otros ojos,ahí de pie dando las gracias y sonriendo por cumplir.
Dentro estaba rota,me dejaste así,quería llorar,quería gritar,me dejaste así,quería odiarte,quería verte,me dejaste así. Lo peor de todo es que no sólo fue tu culpa,me dejé así. Me permití quererte,confiar en ti,seguir llamandote cuando todos me avisaban,cuando lo sabía y no quería mirar. Lo ví venir pero nunca entendí el cambio porque no me diste las verdaderas razones y yo me creí las falsas.
Tú eras mi Leviathan,no había poder comparable al tuyo. Eras el monstruo del mar mostrado por dios,un monstruo divino. Ahora no lo eres,olvidaste lo divino y te quedaste con lo de monstruo. Tu poder inexistente,tu belleza una maldición,tu influencia un chiste y tus correcciones palabras vacías.
Que cambien los libros de Historia,el Leviathan ha muerto.
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